Por un momento creí que lo importante era ser capaz de tener muchas mujeres, de llevar una cuenta de cuantas besé y llevar un record de hasta donde llegué. Una persona me ha enseñado algo nuevo, he aprendido que lo importante no es cuántas personas puedes tener, sino cuánto puedes tener con una persona, cuánto puedes amar a esa persona sin morir, cuanto puedes entregar sin dejar de ser, cuánto puedes vivr con ella sin aburrir, cuantos momentos, cuantos recuerdos, cuanto cariño, cuanto amor, cuantos suspiros... hoy lo entiendo, y hoy te lo agradezco mi querido ser.
Nati, si alguna vez llegas a leer esto, tú me lo enseñaste.
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