
Navidad
Parece de muy de moda la expresión: El verdadero sentido de la navidad. Pero, ¿de verdad habremos encontrado el verdadero motivo de esta celebración? El cine y la literatura parecen que han encontrado su propia explicación, las personas creen saber qué significa, los niños lo encuentran en su árbol y sus regalos y los adultos en su familia y en el regalo de la vida. Un tiempo de familia, un tiempo para dar, un tiempo donde aparentemente podemos ser personas que repartan luz, alegría, amor y cariño. Algunos otros han encontrado el significado en un nacimiento de hace más de 2000 años, pero ¿éste es el “gran significado” de navidad?
¿Acaso no es cada día un día para invertir en la familia y no sólo en una época del año? ¿Acaso somos como los árboles, dadores sólo en cierta época al año? ¿Con qué luz brillaremos si Él es la luz? ¿Qué amor daremos si Él es el amor y fuera de Él no hay? Navidad no es una época en la cual cambiamos a seres aparentemente más humanos, para luego retomar la rutina y la dureza de corazón el próximo mes. La familia es un compromiso día a día, el amor es un regalo constante que sólo lo encontramos en Él, y Él no tiene horarios, no tiene tiempo, no tiene épocas, Él es siempre. Él es un día que no oscurece.
Respetando las opiniones de la gente he concluido el motivo por el cual celebrar esta navidad. Yo no voy a celebrar una época mágicamente especial, porque mi corazón no está basado en fábulas artificiosas. No voy a celebrar los regalos, porque con los años descubrimos lo poco valioso que es el regalo en sí y encontramos el valor de regalar. No voy a celebrar un nacimiento de hace 2000 años en un pesebre rodeado de animales y pastores, porque en realidad, eso no tiene importancia en mi corazón. Que la gente celebre lo que quiera, yo voy a celebrar SU nacimiento en MI corazón. Que la gente siga cantando villancicos a pastores y un niño de hace 2000 años, mi corazón seguirá cantando de lo qué Él ha hecho en mi vida. Que la gente coma, regale y cambie mágicamente en una época al año, yo celebraré un año más qué Él ha conquistado mi corazón.
Seguiré comiendo de tu amor